Reproducción de Cerdo Vetton en granito. Ávila. (13x11x6cm)
Los verracos de piedra son esculturas zoomorfas de origen celta que se encuentran en las provincias de Cáceres, Salamanca, Zamora, Ávila, Toledo y Segovia, y en Portugal, en las regiones de Beira Interior Norte y Trás-os-Montes, de la época de los vettones (hacia el siglo V a. C).
Se cree que delimitaban terrenos dedicados al pastoreo; por otro, que pudieran tener un significado místico o religioso, concretamente el culto a los muertos o ritos funerarios (esto es debido a que algunos tienen grabadas inscripciones funerarias latinas de la época romana), o por otro lado el propio culto a la fertilidad, o incluso actuar como un exvoto.
Tienen diversas formas, entre las que predominan son: la de toro, cerdo, jabalí y menos frecuente la forma de oso. Cuando están bastante deformes debido al paso del tiempo, no queda la figura perfectamente definida y puede fácilmente tomarse por diferentes animales.
Los más conocidos son los Toros de Guisando, en la provincia de Ávila, y el más grande encontrado hasta la fecha y con aparente forma de equino ha sido recuperado recientemente y se encuentra en la plaza mayor de Villanueva del Campillo, en Ávila.
OBRAS REALIZADAS CON MÉTODOS ARTESANALES Y DECORADAS MANUELMENTE HASTA EL MÁS MÍNIMO DETALLE. Representaciones que copian fielmente la forma, la textura y el colorido de las piezas arqueológicas originales expuestas en los distintos museos de la Península Ibérica.